Al leer sobre la gamificación, se
confirma y reafirma el hecho de que los educadores sabemos que la dinámica
interactiva de juegos mejora a la enseñanza y el aprendizaje, en tanto que los
beneficia. Los juegos diseñados con una finalidad clara del desarrollo de
conocimiento, estrategias y habilidades del estudiante, ayudan en la
participación y a mejorar el aprendizaje.
Los juegos de por sí son atractivos y
motivadores, dos factores fundamentales para desarrollar las competencias y
habilidades. Esas competencias y habilidades se van desarrollando escalonadamente,
e incentivan al alumno a buscar la vía para alcanzar sus propias metas de
aprendizaje. En este proceso, el fracaso es un mero indicador de que se
necesita más trabajo para dominar la habilidad o el conocimiento.
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